Por: César Augusto Bautista Escobar | Informe especial
La conmemoración de los 181 años de la fundación de Santa Rosa de Cabal buscó rememorar el pasado y sus herencias con folclor, arte, jolgorio y parranda, rompiendo rutinas y anudando vínculos sociales.
La fundación de este poblado (1844) antecede a la de las 13 cabeceras municipales del departamento, así como a las de Manizales (1849), Pereira (1863) y Armenia (1889). Recurrir a la exotropía bilateral desde el presente, para indagar el pasado (mirada histórica) y soñar el futuro (mirada prospectiva), permite formular algunas preguntas: ¿Qué es Santa Rosa hoy comparada con otras ciudades también fundadas simultánea o muy cerca de tal fecha? ¿Cómo se visualiza este municipio en el mediano y largo plazo? ¿Cuál es el modelo de territorio que se desea construir? ¿Cuáles son los retos de esta sociedad para construir el modelo soñado?
En sus 181 años de vida, siete cicatrices territoriales de Santa Rosa: a) vida metropolitana con Pereira, Dosquebradas y La Virginia, pero resiste, en forma obstinada, a incorporarse jurídicamente a ella; b) con más del 65% del área municipal bajo una figura de protección, se genera alto impacto ambiental urbano; c) existen brechas sociales y territoriales, intraurbanas y urbano-rurales, a lo que contribuye la desigual distribución territorial de la inversión y la gestión pública; d) violencias de muy diverso tipo generadoras de injusticias y minimización del valor de la vida humana; e) ineficiente sistema de movilidad por inadecuada infraestructura vial y transporte público masivo obsoleto, de alta contaminación y deterioro, no ergonómico ni inclusivo; f) acelerado crecimiento urbano con un marco normativo territorial de hace 25 años, sin adecuada capacidad de planificación ni para captar los beneficios de tal crecimiento; g) ausencia de importantes inversiones en infraestructura y equipamientos colectivos que dinamizan el conjunto de las actividades territoriales.
Es posible perfilar modelos territoriales para el largo plazo: “territorio inteligente”, integra tecnologías digitales para optimizar la gestión y la eficiencia territorial; o “territorio sostenible y resiliente”, adaptado a la variabilidad climática, reduce la huella de carbono y resiliencia ante los desastres; o “territorio inclusivo y social”, reduce brechas sociales y territoriales y brinda accesibilidad al medio físico a todas las personas sin importar su condición física, género o edad; o “territorio cultural y creativo”, conocimiento y creatividad motores del desarrollo humano, rehabilitación de espacios patrimoniales, desarrolla industrias culturales y turismo sostenible; o “territorio catástrofe” ¿por qué, como distopía, no pudiera serlo, si estamos en el cinturón de fuego del Pacífico?
Algunas cirugías, de muy diversa prioridad, gravedad, propósito y extensión, debe asumir la sociedad santarrosana para reposicionar su territorio en el mediano y largo plazo, en el desarrollo local, regional y nacional: orientar el cambio de mentalidad mediante la educación fundamentada en valores; generación y desarrollo de capacidades individuales y colectivas e identificar y desarrollar de verdaderos macroproyectos en la economía sostenible, el ambiente sano y el desarrollo social equitativo, desmonopolizando sectores excluyentes. Proyectos que, en forma adecuada, articulen el municipio al contexto metropolitano (movilidad, educación, salud, recreación, ambiente); que diversifiquen la oferta de productos turísticos para irrigar beneficios económicos y generar oportunidades en distintos sectores sociales, productivos y culturales; que desarrolle tecnologías blandas y duras para las actividades productivas, empresariales y culturales; que genera capacidades y oportunidades a la población según actividades económicas y grupos de interés; que construyan y doten de infraestructura y equipamientos para mejorar la eficiencia territorial y posibilitar eventos regionales y nacionales (centro de eventos, parques temáticos recreacionales, tecnológicos, culturales y ambientales).
Cambiar el actual modelo de (sub) desarrollo territorial del municipio es alejar y desvanecer la posibilidad que, en el mediano plazo, sea una liana verde, empobrecido social y económicamente. El nuevo modelo de desarrollo quizá sea mixtura de los antes enunciados y sustentado en capacidades humanas y la diversidad social, economía y ambiental.



