Andrés Esteban Villegas Alvarán
¿Sabes qué significa la mirra que trajeron los reyes magos? No hay mejor momento para hablar de estos tres científicos, época en que ellos traían originalmente los regalos. Esta tradición, sin embargo, ha sido opacada por la creciente cultura occidental, que celebra la entrega de regalos en la madrugada del 25 de diciembre.
La mirra en arabe (murr) que significa amargo, fue uno de los tres regalos dados al recién nacido niño Jesús, junto al oro y al incienso. Se extrae de una especie de árbol llamado Commiphora y al igual que el incienso es un aromatizante natural; pero ¿qué hay del oro? Los diferentes regalos cumplen con ser ofrecidos al rey de reyes, para un Dios. El oro, la realeza y la divinidad; el incienso, la deidad ofrecida en la eucaristía, y por último, la mirra, olvidada y tomada como un chiste, que en realidad significa el sufrimiento y la pasión de Cristo, y se usaba también para embalsamar a los muertos y como analgésico.
El mundo, liderado por el capitalismo y por Papá Noel, un invento de Coca-Cola inspirado en San Nicolás, cuyo santo daba regalos el 6 de diciembre en su fiesta “Sinterklaas”, es una muestra cruda de cómo el marketing cambia festividades y tradiciones centenarias para generar dinero.
La mirra nos muestra cómo el mundo, adicto a la riqueza material, ciega a quien solo busca la opulencia, alejándose de lo esencial: el espíritu. Jesús nos demostró con su doble naturaleza como Dios creador y Dios hecho carne, que la parte humana se nos olvida, que luchamos por no volver al origen, a nuestra debilidad mortal la cual queremos olvidar; que nos recuerda que somos humanos, no dioses que pueden controlar todo. El aferrarse a lo material no es solo una condena llamada “insatisfacción”, sino también el vacío de no conectar con uno mismo o con los demás. La pregunta constante de ¿Qué me ofrece? solo muestra el egoísmo que el capitalismo llama “riqueza”.


