Pasmo en la lumbre
Por: María del Pilar Castrillón
La sombra que bordea la llanura,
cobija el firmamento y sacude la consciencia;
¡No es demencia!
Es amor en los dardos de algunos vientos ya olvidados,
es ilusión liviana al corazón,
un enigma estéril de triste historia enajenada,
Tú; un ave libre que posa sobre la armonía de mis
impulsos tantos, por volver amar;
hay de mí que apenas seas la encantada
hoguera de estos días de lluvia,
hay de ti que apenas ardas mientras nace el fuego,
sin cegar mis ojos.
La brisa nocturnal menguando nos cobija,
y el surco de las horas no compite libre,
es que hay prisa por besar
de nuevo la embriaguez de tus sueños y el color de tu voz.
¡¿Cómo harán los poetas cuando se enamoran?!
¿Deshilan las membranas en abscóndita Belleza?
O seguro fingen describir fantasmas,
Para hablar de amor…
Hay de ti que en la ansiedad de tus refugios no me busques,
Hay de mí que en el glauco de tus ojos no te encuentre…
Misterio de mis horas tardías
enfunde en mi alma tus latidos prontos,
que yo abrazo tus miedos,
tu pasión y mi lira.