Opinión

No hay mal que por bien no venga

Por: Lida María Galeano Sierra.
“Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos diligentes atraen riquezas”.
Proverbios 10:4-28.
Ya lo decía mi abuelo; con un estilo bien paisa. Cuando alguien se metía con negocios
maliciosos… ¡De eso tan bueno no dan tanto! con culta sabiduría, eso gusta a los ociosos
que todo lo quieren ganar, invirtiendo “poca lucha” para sus bienes lograr.
“Quien no trabaje que no coma”. Lo dicen las escrituras, sin criticarle posturas a quien con
honradez se la gana. Sea de chancla, sea de ruana o con holgada apariencia. Con intención
o inocencia, comprometió su destino y el de todo su linaje; pues el que juega con su honra
se presta para patrañas; que como gato le araña al costal del burlador.
Para el entendido, “cuentas claras y chocolate espeso” y no dejarle al destino lo que
pueda suceder. Con cautela y proyección sin perder el interés, siguiendo todo el proceso
estadística y nitidez. “Faltar pelo pa’l moño” indica ausencia de experiencia y la falta de
recursos, incita a la invitación, del que es vivo y ladrón, que engolosina primero y luego
faltándole un pelo para ganar el botín, emprende huida sin miedo, dejando a los afectados
sin martillo y sin el clavo, porque lo quiso seguir.
“Al que le van a dar, le guardan” dicen los confundidos, esperando que devuelvan el
capital invertido, sin aceptar que los tumbaron por ambiciosos y confiados. “Al mal paso
darle prisa” y es mejor no mencionar, lo que acaba de pasar para que no haya sarcasmo.
Porque “es de humanos errar” lo dicen en el sermón. “Pararse, montar y seguir” sin tener
que lamentar.
“Para el mamón no hay ley” y “amor con hambre no dura” aprendiendo que es locura y
absurdo obligar, pues en presencia del pan, todo el mundo se apura y el que se quiere
negar ni con agua y jabón factura.
El hecho de trabajar, honrada y productivamente, nos trae contentamiento y un sentido
de valor. El que ha de tener riqueza, que la sepa administrar, como dice el opinadero “que
no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”.
El desempleo puede atacar con ideas negativas, por un lado, la autoestima y por el otro la
depresión, pero no nos podemos llenar de malos pensamientos. “Al mal paso darle prisa”
y con mucha diligencia buscarle la solución como una convalecencia.
No hay que arriesgar la ganancia que tanto nos ha costado, que con constancia y tesón
coraje y amor hemos logrado. En momentos de necesidad es sabio reparar con lo que hay
disponible y no contar con ganancias ilusorias y pasajeras.

Temor, soledad, dolor, miseria, incertidumbre, ambición, irresponsabilidad, avaricia,
angustia, apatía, altivez, orgullo, enojo, enfermedad, representan la esclavitud del hombre
de hoy en día.
Ánimo y fortaleza, fe y sanidad, libertad y empatía, para quien lo pueda necesitar.
… “Al que le caiga el guante que se lo chante”

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