Opinión

CANTANDO LA TABLA

Santarrosanidad Ausente

Por: Ramiro A. Osorio J. – rossjaram2@hotmail.es

La majestuosidad de la nueva edificación del Colegio Labouré, inaugurada a finales de 2023 por el gobernador santarrosano Víctor Manuel Tamayo, contrasta con la ausencia de pertenencia demostrada, no solo en ese preciso momento de regocijo por sus directivos, sino, en la nula celebración de sus 90 años de vida institucional, la cual inició el 15 de febrero de 1934.  Ni un desfile, ni un acto académico, ni un evento cultural, ni deportivo fueron programados por quienes hoy son los directos responsables de darle vida y lustre a esta magnánima institución; templo del saber que otrora fuese emblema de educación integral, donde se formaron grandes maestras y mujeres que representan la generación de ciudadanas excelsas, que aún hoy siguen brillando sin dejar opacar su luz con el paso de los años. Ahora, cuando el Colegio no sólo estrena su moderna sede acorde a los nuevos requerimientos que exige la educación del tercer milenio, en donde la tecnología imprescindiblemente debe copar todos los espacios del saber para satisfacer las necesidades de conocimiento y de comunicación, constructivamente, de esta generación Alfa, que, si no se direcciona éticamente, muy fácil puede perderse, como realmente se nota en la falta de sentido de pertenencia.

Que la generación Alfa esté dislocada, posiblemente es culpa de todas las anteriores, pero que algunos directivos de los colegios de nuestro municipio; por el hecho de no ser de Santa Rosa de Cabal; ignoren las tradiciones, la historia y los personajes que la han engrandecido, es una debacle.  Para muestra un botón…

…Doña Alicia Peláez de Moreno, que en paz descanse, fue fundadora del Colegio Lorencita Villegas de Santos, normalista del Colegio Labouré y gran protagonista de vida de las instituciones cívicas y culturales de nuestra ciudad y del país. Aunque los homenajes se hacen en vida; y vaya que los recibió; se extrañó la ausencia de acompañamiento, el homenaje póstumo en la ceremonia de sus exequias, que debieron haberse dado en su honor por parte de estas instituciones educativas e inclusive de las organizaciones cívicas a las cuales perteneció y con las cuales trabajó aportando con lujo de detalles su conocimiento y liderazgo, como en la Sociedad de Mejoras Públicas y la Sociedad Bolivariana, entre otras.

A doña Alicia los honores eternamente merecidos. A su familia las disculpas por la ingratitud de aquellas.

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